Dr. José A. Cabrera Sánchez
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Médico cirujano con especialidad en Dermatología y Sifilografía (Enfermedades de transmisión sexual), experto en Dermatología Estética y Cosmiatría. Egresado de las más prestigiosas universidades del mundo.
Correo electrónico: jcabrera65@hotmail.com
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lunes, 2 de mayo de 2016
Cómo prevenir la diabetes
Lo primero es entender qué es la diabetes tipo 2. La Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) la define como el tipo de diabetes en el que el cuerpo no produce suficiente insulina o las células no utilizan la insulina de manera efectiva. La insulina, recordemos, es una hormona producida por el páncreas, necesaria para que el cuerpo pueda usar la glucosa como fuente de energía. Cada vez que comes, el cuerpo procesa todos los almidones y los azúcares y los convierte en glucosa. La insulina es la encargada de permitir que esa glucosa entre a las células, pero cuando la glucosa se acumula en la sangre en lugar de entrar a las células, comienzan a desarrollarse las complicaciones asociadas con la hiperglicemia (azúcar alta en la sangre). Si esta elevación en la glucosa no se controla se empiezan a desarrollar los problemas a corto y largo plazo. Entre ellos, se dañan los nervios y los vasos sanguíneos en diferentes órganos.
Los latinos y otros grupos étnicos, como los afroamericanos, los indígenas americanos y los estadounidenses de origen asiático, nativos de Hawaii y otras islas del Pacífico, así como las personas de la tercera edad en general, están en mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Pero hay otros factores de riesgo que debes conocer y estos son:
Tener sobrepeso
Tener familiares (padres o hermanos) con diabetes
Ser mayor de 45 años
Tener presión arterial alta (hipertensión)
Tener niveles elevados de colesterol o de triglicéridos
Llevar una vida sedentaria
Haber tenido diabetes gestacional o haber dado a luz a un bebé de 9 libras (4.08 kg) o más.
¿Cómo puedes prevenir o retrasar la diabetes tipo 2?
La rapidez con la que se está desarrollando la diabetes tipo 2 en el mundo se ha relacionado al estilo de vida, principalmente al sedentarismo y al exceso de peso. Si te lo propones, cada día puedes realizar un cambio positivo en tu vida que repercutirá en una mejor salud en general, no solamente en el control y en la prevención de la diabetes. Como sugerencia, te proponemos los siguientes:
1. Ponte la meta de cambiar ciertos hábitos, sobre todo los que te ayuden a alcanzar un peso más saludable. Un estudio de investigación del Programa de Prevención de la Diabetes demostró que hacer cambios pequeños en sus hábitos ayudó a los participantes a perder entre 5 % y 7 % de su peso corporal, es decir de 10 a 14 libras (4.55 a 6.36 kg) a una persona de 200 libras (91 kg). Estos cambios en el estilo de vida redujeron el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 58 % a las personas con prediabetes.
2. Desayuna todos los días. De acuerdo a unas investigaciones de la Universidad de Minnesota comer algo en las primeras 3 horas después de levantarse diariamente, reduce el riesgo de padecer diabetes en un 34 por ciento. El autor principal Andrew Odegaard, sospecha que la consistencia de comer un desayuno todos los días ayuda a controlar el apetito y la ingesta de calorías para el resto del día, y que eso ayuda a prevenir el aumento de peso.
3. Participa en algún programa de ayuda contra la diabetes. El Programa Nacional de Prevención de la Diabetes, patrocinado por distintas organizaciones relacionadas con la salud en los Estados Unidos, por ejemplo, enseña estrategias para que los participantes incorporen la actividad y la alimentación saludable en sus vidas. También les ayuda a identificar las emociones y las situaciones que podrían sabotear su progreso. Además, estar asociado con una agrupación ayuda a los participantes a intercambiar experiencias y sentir que no están solos en su lucha. Investiga si existen programas similares en tu comunidad.
4. Duerme bien. Dormir menos de seis horas por noche se asocia con un riesgo 60% mayor de desarrollar diabetes, según un estudio sobre la prediabetes de la alianza Boston Area Community Health. En otro estudio de la Universidad de Chicago, los antojos de los participantes por comer alimentos azucarados y salados, subieron hasta un 45 por ciento después de no haber dormido dos noches.
5. Aumenta la cantidad de frutas y vegetales que consumes diariamente. Un cambio importante para prevenir o retrasar el progreso de la diabetes está en el tipo de dieta (alimentación) que sigues. Una buena forma de mejorarla es explorando la sección de frutas del supermercado. ¿Hay alguna que nunca hayas probado? ¡Ponte como meta probar una nueva de vez en cuando! De ahora en adelante, sustituye ese postre repleto de azúcar y calorías por una fruta fresca.
6. Adopta un estilo de alimentación inspirado en el Mediterráneo. Menos carne roja, más pescado, granos integrales, menos grasas saturadas e incluye el ejercicio, esta es una combinación estupenda. En vidaysalud te hemos recomendado la Dieta Mediterránea para controlar el peso, para ayudar a tu corazón y ahora, para luchar contra la diabetes.
7. Mantente activo y haz ejercicio. 30 minutos de actividad moderada tres veces a la semana es una meta razonable y que brinda muchos beneficios a tu salud. Si te aburren los ejercicios tradicionales, ¡baila! O decide aprender un deporte: el tenis, o el racquetball te permitirán compartir con amigos a la vez que te ejercitas. Empieza a adoptar pequeños hábitos que harán la diferencia a la larga: estaciona el automóvil un poco más lejos de tu destino o baja del autobús una o dos paradas antes. La “caminadita” extra te ayuda a aumentar la flexibilidad de los músculos y a quemar calorías. Otra opción es usar las escaleras en lugar del ascensor. O camina mientras haces esas llamadas telefónicas.
8. Controla tu presión arterial. En lugar de añadir sal, condimenta los alimentos con hierbas aromáticas y especias. El ejercicio y la dieta mediterránea también te ayudarán en esta tarea.
9. Mantén a raya el colesterol. Esto se logra, en parte, disminuyendo las grasas saturadas que consumes diariamente.
10. Deja de fumar. El tabaco perjudica a todo tu organismo. Proponte dejarlo lo antes posible.
Finalmente, aunque combinar una dieta saludable y hacer más ejercicio te ayudarán a prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes, no te confíes. En cuanto puedas, visita a tu médico para que te realice una prueba de glucosa en la sangre de rutina.
La isotretinoína aumenta el riesgo de defectos congénitos y pérdida del embarazo, explicaron los investigadores. La isotretinoína, que se mercadeó por primera vez como Accutane, se vende ahora con varias marcas, y se dirige a pacientes con acné grave.
El programa canadiense recomienda un consentimiento informado por escrito, dos pruebas de embarazo negativas antes de iniciar el tratamiento con isotretinoína, y el uso de dos métodos fiables de anticoncepción mientras se tome el fármaco.
En Estados Unidos hay protecciones similares. En 2005 la Administración Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. aprobó un programa que obliga a los médicos a inscribir a los pacientes que lo toman en un registro nacional para proteger contra los efectos secundarios graves que se han asociado con el fármaco.
Las mujeres también deben hacerse una prueba de embarazo en un plazo de siete días antes de surtir la receta, y deben aceptar la utilización de dos métodos anticonceptivos y cumplir con las pruebas de embarazo de forma mensual, según la FDA.
En el estudio canadiense, los investigadores examinaron los expedientes médicos de más de 59,000 mujeres de 12 a 48 años de edad de cuatro provincias canadienses (Columbia Británica, Saskatchewan, Manitoba y Ontario) que tomaron isotretinoína entre 1996 y 2011.
En esos 15 años, hubo 1,473 embarazos que resultaron en 118 nacimientos vivos. De esos nacimientos, 11 bebés (el 9 por ciento) tuvieron defectos congénitos. El estudio encontró que entre un 30 y un 50 por ciento de las mujeres que tomaban el medicamento no cumplieron con las directrices de prevención del embarazo.
El estudio aparece en la edición del 25 de abril de la revista Canadian Medical Association Journal.
"El cumplimiento inadecuado de las directrices canadienses de prevención del embarazo significa que Canadá, de forma accidental, está utilizando la terminación del embarazo en lugar de la prevención del embarazo para gestionar el riesgo fetal que plantea la isotretinoína", señaló en un comunicado de prensa de la revista el autor del estudio, el Dr. David Henry, científico principal del Instituto de Ciencias de la Evaluación Clínica y colíder ejecutivo de la Red Canadiense de Estudios Observacionales sobre los Defectos Congénitos.
"Parece que no todos los médicos y pacientes cumplen de cerca las directrices para prevenir el embarazo durante el tratamiento con isotretinoína", añadió.
Estos y otros hallazgos muestran que es difícil lograr que las mujeres sigan las medidas de prevención del embarazo mientras toman isotretinoína, según la coautora del estudio, Brandace Winquist, directora de respaldo de las decisiones de Cypress Health Region, en Saskatchewan.
"Sin embargo, hay que recordar constantemente a médicos y pacientes los riesgos de la isotretinoína para el feto, e implementar medidas anticonceptivas efectivas", dijo Winquist en el comunicado de prensa.
lunes, 3 de agosto de 2015
Menopausia: los bochornos o calores y la cafeína
- Periodos irregulares (en la perimenopausia)
- Sequedad vaginal, lo que puede producir dolor durante las relaciones sexuales
- Trastornos en el sueño
- Irritabilidad
- Osteoporosis
- Enfermedad cardiovascular (ataques cardiacos o derrames cerebrales
- Disminución del apetito sexual
- Bochornos (sofocos o calores)
¡Qué calor!
Cafeína, ¿aliado o enemigo?
Factores que promueven el bochorno
Mantén los bochornos a raya
- En cuanto comiences a notar irregularidades en tu ciclo menstrual, comienza un diario. En él registra lo que comes y tras cuatro o cinco semanas nota qué desencadena tus bochornos. ¿Serán los condimentos, los picantes, las sopas, los caldos? Es fundamental que te vuelvas perceptiva y lo anotes todo. Tu médico valorará mucho que le proporciones la información precisa.
- Anota los medicamentos, vitaminas, suplementos y cualquier tratamiento (incluso hierbas, homeopatía, etcétera) que tomes de manera regular. Incluye las dosis y la frecuencia con que lo tomas.
- Como varios estudios han relacionado el consumo de tabaco, cafeína y alcohol como desencadenantes (aunque no es definitivo), considera reducirlos o evitarlos. Si los consumes, anótalos en tu diario para que reconozcas cómo reaccionas a ellos.
- Una vez que sabes que los bochornos forman parte de tu vida, asúmelo: cambia tu manera de vestir, de forma que puedas irte quitando lo que te acalora por capas: el abrigo, el suéter, el chaleco, la blusa de manga larga, la playera de tirantes… La idea es que tengas opciones para ventilarte.
- Para las noches ten a la mano almohadas de refrigeración, ventiladores y también procura que tu pijama sea ligera y con varias capas de ropa. Dormir bien es fundamental para mantener tu calidad de vida y que no afecte tu rendimiento.
- Lo que se recomienda como terapias alternativas para bajar el estrés te beneficiará: practicar yoga, Tai Chi, meditación, acupuntura, masajes, etcétera. Aquello que ayuda a la respiración, ¡te aliviará! Lo que le da espacio psicológico, también. El efecto placebo ha sido un elemento en los estudios realizados, por lo que mantener una actitud positiva te ayudará.
- Procura conservar tu peso en un rango saludable.
- Mantente activa.
- Relájate.
- Haz ejercicio aeróbico (cardiovascular: como caminar, montar bicicleta, nadar, etc.): además de quemar grasa producirás serotonina, la hormona de la felicidad. Seguro contrarrestará aquello que te produce confusión y desazón durante este tránsito de la menopausia.
- Si de plano los bochornos no ceden y se convierten en tu pesadilla, acude a tu médico y revisen juntos —apoyados con las observaciones de tu diario y tus antecedentes médicos— si una terapia hormonal es adecuada para ti. Pregúntale sobre los tipos de hormonas, incluyendo las hormonas bioidénticas. También existen medicamentos sin hormonas que alivian algunos síntomas. Consulta con tu médico otras alternativas.
miércoles, 25 de febrero de 2015
4 Cosas que tu acné está tratando de decirte
#1 Pequeñas desigualdades rojizas en la frente
#2 Protuberancias rojas e hinchadas en tu mejilla
#3 Protuberancias con zonas rojizas en el pecho
#4 Protuberancias en la espalda
miércoles, 18 de febrero de 2015
Diabetes tipo 1 en mujeres
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Las mujeres con diabetes tipo 1 tienen un riesgo de muerte por todas las causas casi un 40 por ciento más alto y un riesgo de morir de enfermedad cardiaca de más del doble, en comparación con los hombres con diabetes tipo 1, informan unos investigadores australianos.
En un análisis de 26 estudios que incluyeron a más de 200,000 personas, los investigadores encontraron que las mujeres con diabetes tipo 1 tenían un riesgo un 37 por ciento más alto de morir de un accidente cerebrovascular (ACV) en comparación con los hombres con diabetes tipo 1. Los investigadores también hallaron que las mujeres con diabetes tipo 1 tenían un riesgo un 44 por ciento más alto de morir de enfermedad renal que los hombres con la diabetes tipo 1.
"La diabetes tipo 1 aumenta el riesgo de muerte prematura en ambos sexos, pero la diabetes tipo 1 es mucho más letal para las mujeres que para los hombres con la afección", dijo la investigadora líder, Rachel Huxley, directora del Centro de Ensayos Clínicos y Bioestadística de Queensland en la Universidad de Queensland en Herston, Australia.
El informe aparece en la edición en línea del 6 de febrero de la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que destruye las células que producen la insulina en el páncreas. La insulina es una hormona que se necesita para convertir el azúcar, los almidones y otros alimentos en energía. La incidencia mundial de diabetes tipo 1 en los niños menores de 14 años ha aumentado en un 3 por ciento cada año desde 1989. En Estados Unidos, cada año se diagnostica la diabetes tipo 1 a unos 15,000 niños y 15,000 adultos, según los investigadores.
Dado que las personas con diabetes tipo 1 no producen su propia insulina, deben reemplazar la hormona con inyecciones diarias múltiples o mediante una bomba de insulina, que tiene un minúsculo tubo insertado debajo de la piel para administrar la insulina.
Pero las necesidades de insulina cambian de forma constante, dependiendo de los alimentos consumidos, los niveles de actividad e incluso el estrés. Eso dificulta precisar la dosis correcta. Cuando se administra muy poca insulina, los niveles de azúcar en sangre suben. Con el tiempo, eso puede provocar complicaciones graves, como un mayor riesgo de enfermedad cardiaca.
Pero demasiada insulina puede provocar unos niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia), lo que puede provocar rápidamente una variedad de síntomas incómodos, como sudoración, náuseas, irritabilidad y confusión. Si no se trata, la hipoglucemia puede conducir a la inconsciencia e incluso a la muerte, según la JDRF (antes conocida como la Juvenile Diabetes Research Foundation).
Las mujeres tienen más dificultades para controlar los niveles de azúcar en sangre debido a muchos factores, como unos niveles hormonales cambiantes (sobre todo en la pubertad), que pueden afectar a la sensibilidad del cuerpo a la insulina y provocar fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre, según Huxley y sus coautores. Los investigadores también especularon con que los niveles altos de azúcar en sangre pueden provocar más daño en los vasos cardiacos de las mujeres que en los de los hombres.
"Los hallazgos sugieren que las chicas jóvenes y las mujeres con diabetes tipo 1 quizá necesiten una monitorización adicional, no solo para garantizar que estén manteniendo sus niveles de azúcar en sangre bajo control, sino también para asegurar que sus niveles de otros factores de riesgo importantes, como la presión arterial, se vigilen de cerca", planteó.
"Tan pronto se diagnostique la diabetes tipo 1 a un individuo, independientemente de su sexo, debe recibir un mayor respaldo y asistencia para la gestión de su salud y los niveles de factores de riesgo de enfermedad cardiaca y ACV", añadió Huxley.
El Dr. David Simmons, profesor de medicina de la Universidad de Sídney Occidental en Penrith, Australia, y autor de un editorial que acompaña al estudio en la revista, comentó que "en las personas sin diabetes, las mujeres viven más que los hombres. Esa ventaja se está perdiendo en las mujeres con diabetes tipo 1. Tanto los hombres como las mujeres con diabetes tipo 1 están muriendo mucho más jóvenes de lo que deberían".
Simmons dijo que no sabe por qué existe esta disparidad, pero parece que el exceso de azúcar podría causar más daño a los vasos sanguíneos de las mujeres que a los de los hombres. "Quizá haya que tratar a las mujeres antes con fármacos para prevenir la enfermedad cardiaca y el ACV", planteó.
No cree que el control del azúcar en sangre sea peor en las mujeres que en los hombres. Pero todo el que tenga diabetes tipo 1 debe encontrar formas de controlar el azúcar en sangre para prevenir los episodios de hipoglucemia. La hipoglucemia puede resultar potencialmente letal y dañar a la salud en general, advirtió.
"Gran parte del exceso de muertes entre los hombres y las mujeres es prevenible mediante un mejor acceso a métodos para controlar el azúcar en sangre, como las bombas de insulina", aseguró Simmons. "Pero aún debemos investigar por qué mueren temprano".
viernes, 16 de enero de 2015
Problemas de la piel causado por las hormonas
¿Hay otros cambios hormonales que inciden?
El hipotiroidismo reseca la piel, disminuye la sudoración y la producción de grasa, las uñas se vuelven frágiles y crecen lentamente, y el pelo se vuelve seco y quebradizo. La iniciación de la hormona tiroidea revierte lentamente estos problemas.
martes, 13 de enero de 2015
Las hormonas y sus efectos en la piel
- Diferencias genéticas
- Cambios hormonales: estrógeno y tiroxina
- Exposición crónica al sol
- Viento y Contaminación
La principal razón del envejecimiento de la piel son los cambios hormonales. Estos cambios se irán observando con los cambios de la edad, por lo que las mujeres jóvenes que están en la pubertad tienen distintos cambios en la piel que las que están llegando a la menopausia.
Cuando ocurre la menopausia los niveles de estrógeno bajan y esto afecta la densidad ósea, haciéndolos cada vez más delgados y frágiles, pero también afecta de forma significativa la piel.
- La piel se reseca y aparecen más arrugas.
- La piel se torna más frágil, pierde un poco de elasticidad, este aspecto suelto se debe a la reducción de la producción de colágeno.
- La apariencia pálida de la piel se debe a la falta de estrógeno y que esto reduce el número de vasos sanguíneos en el área de la piel.
- La menopausia también causa una reducción en los niveles de testosterona, pero no tanto como el estrógeno.
Las glándulas sebáceas de la piel son en parte controladas por el nivel y actividad de la hormona testosterona en la piel. La testosterona es la responsable de la producción del acné. Los resultados pueden verse en condiciones como el síndrome de ovarios poliquísticos, que ocasiona un aumento en la producción de testosterona, causando la aparición de vello facial, periodos irregulares y acné. Se ha encontrado que ciertas píldoras anticonceptivas pueden bloquear las reacciones de la testosterona en la piel, aumentando alguna de las consecuencias del aumento de los niveles hormonales.
CABELLO DEBIL
Con la menopausia el cabello tiende a debilitarse. En algunas mujeres por factores genéticos se produce una considerable debilidad en el cabello. Niveles anormales en la producción de la hormona tiroides, sumada a la cantidad de hierro que se almacena en el cuerpo, puede influir en el volumen del cabello.
El estrógeno promueve al cabello a quedarse en la etapa de crecimiento. Esto se nota en la delgadez significativa del cabello hasta el final del embarazo. Sin embargo, luego de la menopausia, los bajos niveles de estrógeno deterioran el crecimiento del cabello.
La terapia de reemplazo hormonal, ha sido utilizada por más de 20 años, con el fin de combatir los signos de la edad. Esta terapia puede promover una mejorar imagen de la piel ya que la misma se torna más espesa, con menor perdida de la grasa subcutánea. La resequedad y disminución de la superficial vaginal también se minimizan. También se pueden utilizar cremas de estrógeno. El uso de estrógeno en crema sirve para mantener la elasticidad e hinchazón de la piel luego de la menopausia, sin embargo en esta etapa el uso prolongado de esta crema no es aconsejable, debido a las preocupaciones sobre los efectos secundarios y la variabilidad en la absorción en el cuerpo.
Es aconsejable consultar al dermatólogo o ginecólogo para determinar el tipo de tratamiento que más le conviene según su tipo de problema y piel.