Lavar el rostro
Lavar la cara en realidad consiste en dos pasos. Por un lado, quitar el maquillaje antes de lavarse la cara. Muchos productos de maquillaje no se quitan fácilmente con agua. Para ello, lo mejor es usar una crema desmaquilladora o aceite de limpieza para disolver el maquillaje. Luego, lavar con agua y secar con una toalla limpia.No lavar con tanta frecuencia
La creencia dice que debemos lavarnos el rostro al menos dos veces en el día, sin embargo, los especialistas aseguran que el exceso de lavado puede provocar irritación y falta de humedad. Entonces, sólo es cuestión de lavarse cuando realmente lo requiera: después de una sesión de ejercicios, por la mañana y la noche si eres de piel grasa.
Nada de cerrar los poros
Los poros no se abren y se cierran, por lo que lavar la cara con agua fría para cerrarlos es tan solo un mito. Incluso, el frío o calor extremo puede acelerar los problemas en la piel, como la rosácea o el enrojecimiento. Mejor es el vapor o un aceite para suavizar los poros endurecidos.
Usar el limpiador correcto
No existe una crema de limpieza para cada tipo de piel, sino ingredientes que pueden hacer bien o mal al cutis. Es el caso de algunas fragancias, que pueden irritar la piel; o los parabenos, que son conservantes tóxicos. Claro que para un cutis seco, lo mejor será una crema de limpieza con glicerina o manteca de karité, por ejemplo.
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